domingo, 3 de octubre de 2010

El círculo (vicioso) de lo social.

Me siento asocial por culpa de las redes sociales. Sí, así. Asocial con 21 años y más de 300 amigos en Tuenti, o veinte y pico seguidores en twitter. ¿Y porqué? Por desaparecer del marco internauta durante tres semanas. He estado tres semanas de viaje fuera de España y con el mínimo acceso a Internet (una hora escasa y no más de dos o tres veces en semana).

Y así es la vida, desaparezco de Internet y es como si me hubiese tragado la Tierra. Ya no soy etiquetada a penas en fotos, y ya no recibo a menudo comentarios en el tablón, las menciones en Twitter se hacen inexistentes y Fotolog deja de guardarme la contraseña.

¿Y ahora qué puedo hacer? ¿Cuál es el camino a seguir?
Existen dos posibilidades:
Por un lado, podría continuar con mi existencia ermitaña en el gran amparo que ofrece Internet, desterrada y exiliada por la no aceptación social de ésta mi sociedad.
O, por otro lado, podría volver al falso reconocimiento colectivo que te ofrecen las redes sociales (trampas sociales más bien).

En tal caso de seguir con la primera opción, no volvería a recibir la felicitación de más un par de decenas de personas en mi próximo cumpleaños (pese a que la mayoría ni tan siquiera me saluden por la calle). Pero si optara por la segunda, podría volver a participar en todas las conversaciones y estaría 'en la onda', seguiría el 'mismo rollo' que los demás, hablaría 'el mismo idioma'.

Curiosa dicotomía esta, en la que el ser humano se ha convertido en un ser fundamentalmente social por encima de otros muchos aspectos. De hecho siempre el 'rarito' es aquel que no se relaciona. Bien, una vez asumido el importante componente social de la existencia humana podríamos plantearnos que no existimos si la sociedad no tiene constancia de nosotros. Puesto que vivimos en sociedad, todos aquellos que no formen parte de ella, que no se rigen por un patrón socio-cultural, ¿de qué están formados?. Leer un libro, ver una película o escuchar música es cultura y la cultura es sociedad, porque la sociedad genera una determinada cultura. Por lo tanto, ¿qué actividad realizaría una persona que vive al margen de la sociedad? No es acaso fundamental la comunicación entre los seres ya sea de forma directa o indirecta? Ya sabéis, la Escuela de Palo Alto y su "es imposible no comunicar".

Las interacciones sociales, según mi criterio, se producen en ámbitos multidireccionales, e incluso huyendo de la sociedad y de la cultura se actúa bajo una determinada "subcultura" y se crea una "subsociedad".

Por lo tanto, somos seres sociales, y las formulas de intercambio comunicacional se reinventan día a día: hoy se llama Facebook, pero mañana se llamará de otra determinada manera. El truco no está en huir de los canales que nos permiten la difusión en masa de actitudes y opiniones. No, la cuestión es adaptarlas a nuestro propio patrón de conducta. Adaptar tu perfil de Tuenti en tu auténtico perfil, no en el que las redes sociales configuren indirectamente y finalmente determinen tus acciones y actitudes.

¿Debo entonces continuar con el enclaustramiento 2.0?
La respuesta será mi propia conducta, y mi conducta se traducirá en acciones concretas. Al conjunto de todo eso, es a lo que llamo sociedad.


5 comentarios:

  1. Sinceramente, creo que después de dos días existiendo en Internet, y después de unos comentarios de "¿Qué tal el viaje?" y "¡Desaparecida! ¿Dónde estabas?", todo el mundo te volverá a etiquetar en fotos, y a dejarte comentarios, y no será necesaria una reconversión a N.O.E.2.0.

    Por otra parte, no creo que te debes preocupar de gente que te felicita por internet y no te saluda por la calle xD.

    ¡Ah! y me encanta el axioma de Watzlawick ^^

    ResponderEliminar
  2. gracias por contestar Bichu, pero me has tomado demasiado en serio, hablaba con un tono algo irónico para expresar hasta qué punto han llegado nuestras relaciones sociales a través de Internet que cosas como no ser etiquetados en fotos es estar un poco por detrás del núcleo social. (lo comento, no digo que sea mi caso xD)

    Pero vamos, qué guay tener un comentario tuyo! gracias!

    ResponderEliminar
  3. por cierto Bichu, he repasado el axioma de Watzlawick y no recordaba lo maravilloso que era :D

    ResponderEliminar
  4. Uhh negro, ¿por qué no escribes más a menudo cosas así? Me ha encantado, pero sobre todo me gusta a donde llegas en el penúltimo párrafo.

    Y lo de "es imposible no comunicar"...

    Genial Noe, con ganas de leer tu próxima reflexión :)

    ResponderEliminar
  5. Ains Watzlavick, que grande! Esto es un poco como la historia del árbol que cae en el bosque, ¿hará ruido también si nadie lo escucha?
    Cuando volví de mi viaje europeo también me sentí un poco desubicado, pero también te hace ver que hay un mundo fuera del 2.0. y se puede vivir perfectamente sin Internet, sin móvil, etc, siempre y cuando, eso sí, tengamos con quien relacionarnos, en nuestro caso nuestras parejas, lejos del mundo 2.0. La sociedad son personas y al final lo importante es relacionarte con ellas, sin importar el medio. ¡Y aún nos queda ver qué vendrá después de las redes sociales!

    ResponderEliminar