domingo, 24 de enero de 2010

Puro teatro

El pasado miércoles 20 tuve la oportunidad de asistir a uno de los pases que el Centro Dramático Nacional ofreció en Sevilla de la obra 'Bodas de Sangre'. Este clásico lorquiano inauguraba así la nueva programación que el Teatro Central ofrece para la nueva temporada.
La obra resulta de un mezcla de fuerza, pasión y auténtico rigor interpretativo y de una explotación de los escasos recursos escénicos que, a una auténtica desconocedora de la dramaturgia de García Lorca le parecieron de lo más fascinante.

Un suelo de secano, resquebrajado y áspero como él solo. Un cielo nuboso y rozando el continuo atardecer. Y unas torretas de piedra seca que al abrirse y cerrarse producían la mayor de las angustias. Y en el centro, la viveza pura de quien se sumerge en lo más profundo de las pasiones humanas.

Dos horas sin desperdicio que si bien no hacen añorar un descanso, si que incitan a la desconfianza y la incertidumbre de que algo está a punto de romperse.

Telón que sube y que baja, y el público se desvive en vítores a unos actores que con (excesivo) acento andaluz se han llevado a los espectadores de calle.

Y es que ya lo decía mi profesora de Literatura, el CDN (Centro Dramático Nacional) es uno de los grandes culpables (y bendita sea su culpa) de que en España podamos disfrutar de un absoluto teatro de calidad.

1 comentario:

  1. Poder ver representado uno de mis dramas preferidos fue un verdadero premio para mí, yo ví que quizá era demasiado castellano y poco andaluz, que quizá descuidaron un poco ese aspecto lorquiano, pero no dejó de ser un gran placer poder disfrutar de esa obra.

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